
Ayer, a partir de las 12:00 horas, el salón del observatorio se convirtió en el epicentro de un encuentro distinguido, donde se celebró un vino de honor en el que participaron diversas autoridades y se disfrutó de la melodiosa música a cargo del reconocido grupo local, Chamantos Ribereños.







El evento fue un espacio para la convivencia y el compartir entre personalidades de la localidad, quienes se dieron cita para disfrutar de una agradable tarde de camaradería y diálogo. Entre los asistentes se encontraban destacadas autoridades locales, que aprovecharon la ocasión para intercambiar ideas y fortalecer lazos en un ambiente ameno y relajado.







La música estuvo a cargo de los talentosos músicos del grupo Chamantos Ribereños, quienes deleitaron a los presentes con su característico repertorio, fusionando ritmos tradicionales con toques contemporáneos. Los asistentes disfrutaron de la magia de la música en vivo, que añadió un toque especial a la velada.






En resumen, el vino de honor en el salón del observatorio se erigió como una oportunidad para unir a la comunidad en un ambiente festivo y cultural. La presencia de las autoridades y la magnífica actuación del grupo Chamantos Ribereños contribuyeron a hacer de este evento un momento memorable y enriquecedor para todos los presentes.







