Doctor Dino Stagno Maccioni

Dino Stagno Maccioni nació en Collipulli, de padres italianos, Giuseppe Paolo, agricultor e importador de productos para su Almacén Estrella del Sur, e Ida Maccioni. Dino, el cuarto de 10 hijos, estudió medicina en la Universidad de Concepción y se graduó en la Universidad de Chile. Por recomendación de su profesor el Dr. Arturo Scroggie Vergara escogió la Pediatría como especialidad y se mudó a Traiguén, en 1939, para dedicarse a combatir la mortalidad infantil, considerablemente alta en esa zona.

Fue en Traiguén que formó familia con Teresa Lévy  Widmer teniendo 4 hijos. Su estirpe y personalidad, rápidamente lo llevaron a destacarse por su polifacética cultura y capacidad para establecer relaciones sociales, además de participar en muchas instituciones de bien público, relacionadas con la medicina.

Reducir la mortalidad y atender la población infantil fue el objetivo que ocupó su vida profesional desarrollando originales iniciativas que tuvieron mucho éxito y que le valieron muchas distinciones, nacionales e internacionales, entre ellas El Premio Nacional de Medicina. Como director de los hospitales de Traiguén, Victoria y Temuco pudo expandir los beneficios en la salud y a una zona más amplia, logrando notables resultados. El hospital de Traiguén lleva hoy su nombre.

Fue creador del Bar Lácteo, para los acompañantes rurales de los pacientes del Hospital (años 40), del Servicio de Pediatría (años 50), del Centro de Atención Materno Infantil en 1960, del Centro de Nutrición Infantil, de la Hospedería de la Embarazada Rural, entre otros. Con el apoyo del Plan Rockefeller integra, por primera vez, la salud a la educación, creando policlínicos en las escuelas rurales.

Como médico fue muy solicitado, convirtiéndose en un referente. Por su dedicación, entrega y modestia, su influencia se extendió por toda La Frontera con tal intensidad, que 30 años después de su muerte, su familia aún continúa recibiendo afectuosos comentarios, acerca de la trascendencia del Dr. Dino Stagno. Su mayor satisfacción profesional fue el reconocimiento que la población de todos los estratos sociales le prodigó, por su labor de médico humanista, de certero diagnóstico y por su ágil comunicación y simpatía.    

Fuente: cementeriotraiguen.cl